
Nuestros metales propulsan máquinas, llevan la luz a nuestros hogares, transmiten palabras e imágenes a grandes distancias y realizan miles de otras prestaciones útiles e importantes.
Paul Schwarzkopf, fundador
En los años 50 y 60, gran parte de lo que hoy en día está automatizado era aún trabajo manual en Plansee. En la época de bonanza posterior a la II Guerra Mundial, la fábrica era todavía más una manufactura que una explotación industrial. Sin embargo, los conocimientos, las habilidades y la entrega de los empleados, junto con la destreza y la experiencia del fundador de la empresa, hicieron que Plansee ya fuera conocida por aquel entonces por ser la mayor empresa del mundo especializada en el tratamiento del molibdeno y el tungsteno.
Debido a su exilio forzoso a EE. UU. durante la II Guerra Mundial, Paul Schwarzkopf también consiguió buenos contactos en el extranjero, promoviendo así el crecimiento de su empresa. En la década de 1960, además de en América y en la región del Benelux, Plansee se expande por Europa, así como por Japón y la India.


El Grupo Plansee ha pasado por muchas etapas, experimentando crisis y apogeos para llegar a donde se encuentra la empresa hoy en día. Llevamos más de 100 años fabricando productos y herramientas resistentes de molibdeno y tungsteno. Nuestros materiales permiten numerosas aplicaciones en el mundo tecnológico en el que vivimos. Esto es posible gracias a nuestra experiencia, a nuestros sólidos valores y a nuestros empleados y empleadas, que se esfuerzan cada día al máximo para encontrar las mejores soluciones para nuestros clientes.
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